Dream
En el reino onírico de los felinos, el astuto Minino Maestro, provisto de sus bigotes sutilmente arqueados y su cola en alto como un estandarte de alegría, se embarcó en un sueño efervescente de travesuras y regocijo. En esta ensoñación, las bolas de estambre se transformaron en esferas iridiscentes que bailaban al ritmo de melodías etéreas, guiadas por la danza cósmica de los astros. Cada saltito juguetón del Minino Maestro generaba destellos de luz resplandeciente, mientras sus ronroneos vibraban en frecuencias jubilosas que resonaban en todo el firmamento imaginario.
En este festín onírico, los juguetes se volvieron payasos risueños que se contorsionaban en acrobacias surrealistas, y las cajas de arena se transformaron en dunas de algodón de azúcar, donde el Minino Maestro se zambullía con deleite. Los ratones de juguete, en lugar de huir, se unieron a un coro travieso, coreando melodías de diversión rodentil. Cada arañazo en el aire dejaba estelas de chispas mágicas, y el gato, con ojos centelleantes, se sumía en un éxtasis de carcajadas felinas. En este sueño festivo, la risa del Minino Maestro resonaba como una sinfonía de alegría que iluminaba el oscuro manto de la noche onírica.
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